El mercado de las máquinas expendedoras no deja de crecer, y eso se debe a que responde a una necesidad humana básica, la socialización. Gracias a este pico en la demanda de tiendas vending por parte de los ciudadanos, y la proliferación de operadores dedicados al montaje y mantenimiento de dichos establecimientos, podemos empezar a hablar de una incipiente cultura vending en el seno de una sociedad cada vez más interconectada, tanto en el ámbito digital como en espacios físicos. Echemos un vistazo a este fenómeno y sus consecuencias para usuarios y emprendedores.
Se trata de un término que agrupa los hábitos y relaciones sociales en torno a negocios de máquinas expendedoras. La propia naturaleza automática de estos aparatos y los productos que ofertan los convierten en puntos de encuentro ideales para conversar y disfrutar de una bebida o aperitivo, solos o en compañía de otros usuarios. No hay personas atendiendo, nadie interfiere entre el cliente y el artículo a punto de ser dispensado, por lo que cualquier otra persona a nuestro alrededor, alguien decidiendo qué va a tomar o esperando su turno, puede ser un potencial interlocutor para una amistosa charla hasta que el tiempo de descanso finalice.
Podemos hablar de las tiendas vending como espacios sociales de corte más informal que una cafetería al uso o una cadena de comida rápida en los que personas que comparten una misma condición, ya sean alumnos de universidad, compañeros de trabajo o amigos que practican deportes de equipo, se reúnen para aprovechar un tiempo muerto o una pausa para descansar. Cada vez son más las empresas e instituciones que ven a los establecimientos de vending como una oportunidad de brindar espacios no solo para tomarse un respiro, sino también para fomentar el contacto con otros mientras tomamos un café o comemos algo.
Un espacio físico es una ubicación en torno a la que reunirnos, y si esta además incluye opciones para satisfacer nuestra sed o hambre antes de la hora de comer o la cena, estamos acudiendo a un punto de encuentro muy especial. Los seres humanos tendemos a crear lazos sobre aquello que compartimos, y ya se están observando culturas vending construidas alrededor de productos determinados.
Para los deportistas que regresan de una ruta o sesión en el gimnasio, y disfrutan de algo refrescante en un local de máquinas expendedoras, hablarán sobre el sabor y cualidades de las bebidas isotónicas o barritas de proteínas que se venden en ese punto de encuentro. Y lo mismo sucede con los compañeros de trabajo que aprovechan el descanso para tomar algo, instintivamente han convertido la máquina de café en el lugar donde reunirse cada día de lunes a viernes
Todo establecimiento que se convierte en un foco de atracción tiende a crear experiencias basadas en los hábitos de consumo de los usuarios. Para los clientes que están esperando a que llegue el autobús, una tienda vending es aquel lugar en el que poder saciar su apetito antes de llegar a casa. Se transforma en un espacio seguro al que acudir de forma rutinaria, un entorno en el que descansar después de un día de mucho trabajo.
Con la constante evolución en sistemas de control de calidad y conservación de alimentos, las máquinas expendedoras han multiplicado su catálogo de productos, incluyendo comidas más complejas como hamburguesas, porciones de pizza y demás. Pensemos en los grupos de jóvenes que regresan de fiesta, hambrientos y todavía lejos de casa. Estos establecimientos vending se convierten una experiencia social en la que comentar lo bien que lo han pasado mientras sacian su apetito con algo más que los típicos aperitivos. Máquinas como la GOURMET que en PicaPica24h tenemos en exclusiva permiten obtener comida caliente lista para consumir, o adquirir el artículo en frío para degustarlo más adelante.
Es gracias a esta tecnología que podemos hablar de una cultura vending, pues al cubrir las necesidades de los usuarios, transformamos los espacios de venta en experiencias ajustadas a un momento concreto del día. La tendencia en el mercado continúa en alza, y todo apunta a que el sector de las máquinas expendedoras seguirá creciendo, innovando en nuevos y mejores sistemas, mientras la cultura vending atraerá nuevos usuarios, generando más ganancias y experiencias.
Tanto clientes como inversores pueden estar de enhorabuena. ¡Es el momento perfecto para iniciarse en el negocio que nunca duerme!
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